Monday, August 30, 2010
Si
Cuántas veces imagine verte frente a la puerta del vagón. Nunca pasó hasta hoy. Las puertas se abrieron y tu sonreíste, travieso. Mientras tus ojitos me decian "amémonos en silencio".
Friday, August 27, 2010
Amistad
Trescientos ochenta y un amigos en Facebook. Doscientos treinta y ocho contactos en MSN. Muchos amigos virtuales de todo el mundo. Domingo 23 de Agosto de 2009. Tengo miedo, me siento sola.
Verdes
05:30 am: Me levanto como todos los días lunes y viernes. En estos días no me importan el sueño, ni el cansancio, ni los apretones ni empujones.
07:00 am: Me duelen los pies, me contorsiono y el vagón huele a sudor.
15:30 pm: Tus ojos me ven y siento que valió la pena.
En el Golf
La encontré en El Golf. La amé toda la noche. En la mañana la sentí mía. Lamentablemente, ella se vendía.
Vagón lleno
Tomé el Metro en Las Rejas a las 07:05. Como avanzaba, más y más gente entraba. Llegamos a República y uno de mis mejores amigos se subió al vagón. Hace mucho no lo veía. Lo salude desde lejos porque se subió en la primera puerta. Se bajo en Los Héroes para hacer la combinación. Seguí mi camino pensando en llamarlo para que nos viéramos. Al llegar a mi casa lo llame por teléfono. Me contesto una mujer y me dijo que él no estaba. Nunca mas estaría.
Volando
Y subí. Vi todo desde arriba. Vi a toda la gente que quiero y que demuestra cuanto me quiso con el dolor que impregna sus ojos. También lo vi a él y no estaba triste. Ese amigo que quise tanto no derramó ninguna lagrima. Enojada lo seguí con la mirada hasta que se escondió detrás de esos árboles sin hojas. El escondía su dolor, su angustia y su arrepentimiento que le inundaba el alma por nunca decirme lo que sentía. Si tuviera un minuto para volver a la vida le diría que también lo amé y morí pensando en él.
Deberes
¡Pucha! Hubieron tantas cosas que no pude hacer. No pude llegar al aeropuerto para tomar el avión que me llevaría al paraíso con mi familia. No pude enseñar todo lo que quería ni en los lugares en donde quería. No pude escribir todas las historias que sin saberlo se escondían debajo de mi iceberg. Tantas fotos, tantos álbumes que no pude tomar ni llenar. Lo que pude hacer fue ir al supermercado ese día lluvioso. También pude sentir como todo en mi cabeza daba vueltas, mientras mi auto giraba. Lo último que pude hacer fue cerrar los ojos y morir.
Camino a Baquedano
Camino a Baquedano, te sentí tan cerca de mí. El vagón lleno y mi nariz olió tu aroma a varón con toque de ternura. Mi piel se estremeció cuando sintió tu abrazo. Mis ojos te buscaron en ese pajar de gente y no te vieron. Mis labios no gustaron de los tuyos. Y mis oídos no escucharon tus suspiros de amor. Probablemente, fue tu alma, amor, que me acompañaba en mi camino.
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